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La Dieta Mediterránea es sinónimo de bienestar y salud. Forma parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ya que es algo más que una dieta, es una filosofía de vida, en la que tomando como base la forma de alimentarnos envuelve nuestras relaciones sociales.
Es una forma de cocinar lo que comemos, compartir en la mesa, disfrutar de nuestro entorno y de generar arte y cultura. Es un estilo de vida presente en todos los pueblos de la cuenca mediterránea: España, Italia, Marruecos, Túnez, Grecia, etc con sus paisajes, mercados, tertulias, celebraciones al aire libre y como protagonista: la mesa donde sentarnos a comer y disfrutar compartiendo nuestros alimentos.
La presencia del olivo en la cuenca mediterránea se puede remontar al Paleolítico. A pesar que nació como un arbusto silvestre (olea europaea var. sylvestris) fue Grecia quien impulsó su cultivo transformándolo en árbol y dándole usos culinarios, cosméticos, para el alumbrado. Al mismo tiempo que era visto como un símbolo de paz, progreso y sabiduría.
El Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) es uno de los pilares fundamentales de la Dieta Mediterránea, conjuntamente con los cereales (especialmente el trigo) y el vino. Junto a ellos, los alimentos de origen vegetal, frutas y hortalizas frescas, legumbres, frutos secos, pescado, aves de corral, productos lácteos y huevos.
En la última Publicación de la Organización Mundial de la Salud, España es el país del mundo con mayor esperanza de vida e Italia el sexto. Obviamente, no sólo la dieta influye en la esperanza de vida, ya que factores como la calidad en la sanidad y el nivel de vida también son factores determinantes en esta estadística.
El sobrepeso y la obesidad son un grave problema tanto en los países desarrollados como en los que se encuentran en vías de desarrollo. De hecho las tasas de obesidad se han triplicado en los últimos 40 años a nivel mundial. El papel que juegan las grasas en la alimentación es fundamental. Países como Estados Unidos, México, China, Rusia, Nueva Zelanda, Australia y Reino Unido, encabezan las listas de países con mayores tasas de obesidad; además otros países como Sudáfrica, Brasil o India incrementan sus tasas de una forma exponencial.
Es crucial difundir la influencia que puede tener extender nuestra “Dieta Mediterránea” y por tanto, nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra en cualquier país del mundo. Por supuesto, que no es tan simple, hay que estudiar cómo compatibilizar las costumbres culinarias de cada país con las propias de la Dieta Mediterránea y hacer del AOVE protagonista de esta unión.
Ante estos datos, ¿No debería España como mayor productor de ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA y como PAÍS CON MAYOR ESPERANZA DE VIDA ser capaz de alzar la voz y hacer crecer en todo el mundo el CONSUMO DE NUESTRA FUENTE DE SALUD?