Escucha este artículo
Desde hace unos años vemos cómo las Cooperativas Oleícolas van interesándose por la calidad de los aceites. Uno de los termómetros que miden la evolución en calidad de los AOVEs son nuestros alumnos y hasta hace bien poco el alumnado de la escuela estaba compuesto principalmente por productores particulares y comercializadores. Ahora, vemos como los trabajadores de cooperativas de aceite de oliva, demandan formación, tanto en el campus como en sus instalaciones, prácticamente en igualdad de condiciones que los productores.
En los ESAO Awards, ya es un hecho constatado que las cooperativas forman parte de los primeros puestos en los premios.
Las cooperativas oleícolas invierten en formar a sus empleados e ir contratando profesionales cualificados y con formación específica en Cata Profesional de AOV, Maestro de Almazara o Exportación y Comercialización de AOV. Para las mejores cooperativas es una prioridad ir formando un buen equipo profesional y contratar a personal que tenga formación oleícola previa.
La experiencia de los trabajadores de una cooperativa es un valor muy importante, un maestro de almazara, que tenga experiencia en producción de aceite de oliva es algo muy demandado por el sector.
No obstante, esta experiencia ha de estar ligada a la formación ya que de esta forma tendremos los ingredientes necesarios para contar con un buen profesional. La experiencia unida a la formación nos ayudará a tomar decisiones de forma más segura y con mayor probabilidad de éxito.
Estamos viendo como maestros de almazara con gran experiencia, se están formando y obteniendo sus títulos y están siendo grandes maestros y gerentes de las principales empresas del panorama oleícola.
La incorporación cada vez de más profesionales a las cooperativas va haciendo que la balanza esté decantándose por una tendencia clara hacia el cambio. La cooperativa de aceite ya no es ese lugar más cercano a casa donde llevo mis aceitunas y me dan lo que sale.
El socio se va dando cuenta que unas cooperativas están destacando sobre otras, el socio va entendiendo que no todas las cooperativas son iguales, y está aprendiendo a valorar no solo la cantidad, sino también el reconocimiento de su cooperativa por parte de organismos externos y medios de comunicación.
La obtención de premios reconocidos está siendo una herramienta que ayuda a que las cooperativas vayan apostando también por la calidad y destacar sobre otras cooperativas. La calidad está siendo en ocasiones un factor en la decisión del agricultor para llevar sus aceitunas.
Las cooperativas como entidades de crédito han pasado a ser cuestionadas, la inversión de las cooperativas en temas no relacionados con el sector están siendo un gran debate entre los profesionales.
Por otro lado, ya ha calado el mensaje de que presidencia y gestión no es lo mismo, que las funciones son muy distintas. El que ambas funciones estén a cargo de la misma persona es delicado y sobre todo si carece de formación o experiencia.
Hay cinco puntos importantes e imprescindibles que deberían tener en cuenta las cooperativas que se están planteando trabajar hacia la calidad y la profesionalización:
Una cosa sería ser el presidente de una cooperativa donde el papel es un papel más “político” y otra cosa muy diferente es ser un gerente, donde hay que ver la mejor manera de llevar a término unos objetivos previamente marcados.
Para el cargo de Presidente, es importante que la persona tenga experiencia liderando anteriormente. Es recomendable también que tenga formación en el sector. Una de sus principales funciones es la de enlace entre la junta directiva y el resto de la cooperativa. Sus decisiones serán más de tipo corporativo. Es importante que sea carismático en la cooperativa.
Para el cargo de Gerente, es muy importante que la persona tenga formación específica, así como experiencia en el sector. Sus decisiones estarán más encaminadas a solucionar problemas de control y ejecución.
En la mayoría de ocasiones, vemos como no hay entendimiento en estos tres bloques. La información y los objetivos de los tres protagonistas han de ser los mismos fortaleciendo así las acciones de cada una de las partes.
La comunicación fluida así como el compartir los mismos objetivos, serán una pieza clave para el buen desarrollo de la cooperativa. Si, por ejemplo, una cooperativa decide trabajar en calidad, es importante que esta información esté claramente transmitida y se corrobore que está integrada por todas las partes que forman la cooperativa. De esta manera buscaremos que haya consenso en los objetivos.
Nos encontramos en unos momentos de cambio continuos, la sociedad ya no funciona al mismo ritmo que hace unas décadas. Ahora, todo aquel que quiera trabajar de manera eficiente ha de estar al día de las novedades y de la evolución de la demanda.
Los cambios sociales pueden llegar a dar un vuelco radical en el desarrollo de las empresas cambiando el comportamiento de nuestro cliente de forma drástica. Esto quiere decir que las empresas han de estar preparadas para adaptarse a las nuevas situaciones que el mercado pueda demandar. Hemos de alejarnos de patrones rígidos y establecidos de manera absoluta. Una empresa con comunicación y formada será más fácil conseguir que sea una empresa dinámica y con potencial para adaptarse a los cambios.
Hay que asistir a Congresos y Ferias a pesar de que en muchas ocasiones no tengamos un retorno claro o rápido o no tengamos ningún retorno. Una cooperativa ha de estar viva, debe saber lo que pasa a su alrededor, pero no ceñirse a su localidad o zona de influencia. Los responsables de una cooperativa han de salir y ver cómo está el mercado. Es conveniente que sus trabajadores también estén informados y que experimenten lo que ocurre alrededor.
Hay que valorar para cada ocasión o evento que persona es conveniente que vaya, evitando que siempre y de manera sistemática sea la misma. Posteriormente a cualquier viaje o salida profesional tiene que haber comunicación y seguimiento de todo aquello que se ha experimentado para mantener informada a toda la cooperativa.
Sentarse y esperar a que alguien nos cuente qué es lo que está sucediendo no nos dará la oportunidad de vibrar ni de integrar que es lo que está pasando en el sector. Ver las cooperativas de referencia no tiene que ser una cuestión de mirar de reojo. Hay que mirar frente a frente y hacer preguntas para imitar los modelos que pensamos nos pueden favorecer.
No hay ninguna figura jurídica que sin inversión crezca y se consolide. Las cooperativas se deben a sus socios y los socios quieren buenas liquidaciones. Los socios son personas, y cualquier persona sabe que cuanto mejor funciona una empresa mayor beneficio obtendrá, sino a corto será a medio o largo plazo.
Hay que entender el gasto como una inversión, como un esfuerzo que reportará beneficios. Una Cooperativa, como cualquier empresa, ha de invertir sistemáticamente parte del beneficio en formación y mejoras. Esta inversión ayudará a la fidelización de socios y a aumentar su número anualmente.
Las cooperativas oleícolas son conscientes de que el cambio es una realidad de la que no se pueden mantener al margen.