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Para hablar de la poda y su relación con la Vecería en el Olivo, vamos a pasar por cada una de las estaciones del año (hemisferio norte).
Cada rama tiene poca iluminación y poco suministro de savia desde la raíz, pues cada rama compite con las colindantes. La madera del olivo, afecta, sustrayendo también nutrientes. Habrá poco crecimiento vegetativo, por lo que al año siguiente habrá poca flor.
El olivo es capaz de producir crecimiento vegetativo a la vez que las inflorescencias, crecimiento vegetativo que portará las flores al año siguiente.
A más carga, más demanda hídrica, y aún menor crecimiento de brotes. La madera sigue compitiendo con los brotes y con los propios frutos, y ambas estructuras no crecen todo lo que pueden.
Los frutos crecen más rápido, así que la carga total de frutos verdes en el árbol, va convergiendo entre olivos podados y no podados.
La aceituna es un sumidero fortísimo en el olivo, por lo que no hay crecimiento vegetativo en ningún supuesto.
Las aceitunas, al recibir un flujo deficiente de nutrientes minerales y fotoasimilados, no acumulan biomasa a toda su capacidad, por lo que quedan pequeños y con poco rendimiento graso.
Tienen bastantes hojas con las que nutrir a las aceitunas, por lo que las aceitunas se desarrollan con buen tamaño y rendimiento graso, y estas hojas no se quedan muy mal de nutrientes.
Ya desde este momento, la carga total en el olivo, es equiparable en olivos podados y sin podar.
El olivo sin podar tenía una masa muy grande de aceituna, y baja de hoja, por lo que queda después de la recolección, con una bajísima relación hoja madera, que le hace recuperar muy mal la masa foliar, produciendo brotes cortos con hojas pequeñas.
El efecto péndulo de cosecha alta seguida de cosecha baja, va minimizando gracias a la poda y al resto de manejo. Un olivo con una cosecha nula, al año siguiente tendrá una floración excesiva. Con una cosecha media en el año OFF o de descanso, la floración del nuevo año de carga no será tan explosiva.