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El sector del aceite de oliva está cada vez más profesionalizado y con un volumen de negocio mayor. Empresas que habitualmente se dedican a otros sectores distintos al oleícola están llevando sus miras hacia el negocio del aceite de oliva.
Grandes grupos empresariales están viendo en la industria del aceite de oliva una oportunidad de inversión y una garantía de estabilidad.
Durante la pandemia, se ha observado un aumento del consumo de aceite de oliva, así como de los productos ecológicos. Hay cada vez una mayor preocupación por el consumo de productos saludables. El cuidado y la atención a la salud se han convertido en ejes de la sociedad actual.
El sector agroalimentario es, sin duda, una prioridad en los fondos de inversión. La alimentación es la base del funcionamiento de una sociedad con una evolución en aumento de su población.
Recientes estudios en el ámbito agroalimentario a nivel mundial, tienen como conclusiones comunes:
1.- Concentración de la oferta en pocas manos.
2.- Aumento de las inversiones.
3.- Cada vez mayor distancia entre la producción y el consumo.
La industria del aceite de oliva es compleja. Las fluctuaciones en la producción conllevan fluctuaciones de precios, siendo este fenómeno el protagonista de una irregular tendencia entre oferta y demanda, lo que provoca a su vez mayor inestabilidad.
Existe a su vez una marcada distancia entre el productor y el consumidor, siendo todos los agentes implicados en los pasos intermedios los que mayor beneficio obtienen y, a su vez, los que menor transparencia ofrecen.
En el negocio del aceite de oliva los agentes intervinientes son de perfiles muy diferentes, a pesar de que todos tengan el mismo objetivo.
Nos encontramos empezando por la base con:
En ocasiones, tendrá el olivar en plena producción, en otras ocasiones, lo tendrá abandonado y en otras ocasiones estará cedido a un tercero para que lo gestione.
Propietario de olivar podando. Banco de imágenes ESAO
Las explotaciones de olivar y las fincas de olivos tienen tantas particularidades, que se gestionan por marchantes especializados en estas compraventas. La disponibilidad de agua, el marco de plantación, la cantidad de olivos, la edad de éstos, la variedad de aceituna, son, entre otros criterios, los que han de tenerse en cuenta para la compraventa de terrenos de olivar.
Aquí estamos hablando tanto de las almazaras que procesan su propia aceituna, como si son maquilas, esto es, que realizan la elaboración de aceite a terceras personas, como también se encuentran las cooperativas, que se asocian para tener una almazara común donde molturar todas las aceitunas de los socios. En este eslabón diferenciamos si el interesado quiere elaborar tal o cual calidad dentro del aceite de oliva virgen.
Almazara. Banco de imágenes ESAO
Subproductos tales como orujos, alperujos, restos de poda, hueso, etc.
Luego nos encontramos con la comercialización. Tenemos desde los que venden sus garrafas, tras la liquidación previa que haya hecho con su cooperativa o almazara, los que venden directamente a través de sus comerciales aceite envasado, está la figura del broker, que trabajará normalmente graneles, tenemos las cooperativas comercializadoras, que concentran toda la oferta de sus cooperativas y gestionan en exclusividad la venta de sus aceites, tenemos empresas envasadoras que sólo se dedican a la comercialización de aceites de terceros bajo sus propias marcas como envasadoras, tenemos los distribuidores e importadores, que, según la oferta y demanda irán buscando las mejores calidades al menor precio posible, enfrentándose a un duro trabajo seleccionando aceites que tengan unas analíticas tanto fisicoquímicas como sensoriales óptimas.
Tenemos infinidad de asociaciones que agrupan a agricultores, a envasadores, a productores, a cooperativas, a comercializadores...todos sin duda en la búsqueda de sus intereses, en ocasiones muy distintos entre todos ellos a pesar de que todos deberían tener un mismo objetivo.
Y, de esta forma, podríamos continuar con una infinidad de agentes intervinientes en la industria del aceite de oliva.
Como vemos, se trata de un sector donde, si se forma parte de él o se quiere formar parte, has de estar muy preparado y con un conocimiento profundo sobre el conjunto de características que lo forman.
Para ser un experto en aceite de oliva, y llegar a ser un gran consultor, sin ninguna duda has de tener un conocimiento sobre todas las materias que rodean y forman parte del sector.
En primer lugar, hay que saber que un Consultor en aceite de oliva es el profesional que domina las características del sector y utiliza su conocimiento para ayudar a otras personas o empresas relacionadas o que quieren relacionarse con el sector del aceite de oliva.
Alumnos ESAO en formación. Banco de imágenes ESAO
Hoy en día, y gracias a la profesionalización del sector oleícola que se está produciendo, la demanda de estos profesionales es cada vez mayor.
Pertenecer al mercado del aceite de oliva requiere tenacidad y pasión. Sabemos que el fin último de toda la cadena de valor de la industria del aceite de oliva es vender, y, por tanto, el fin último del experto en aceite de oliva es ayudar a que su cliente venda más o mejor.
Desde luego, hay unas cualidades generales e importantes para todo aquél que quiera convertirse en consultor de aceite de oliva, como son:
Alumnos ESAO en formación. Banco de imágenes ESAO
Pero, a pesar de tener estas cualidades, hay tres troncales que son las clave para convertirse en un Consultor de Aceite de Oliva. Éstas son:
1.- Tener conocimientos técnicos. Esto es, estar bien formado. No es necesario que un consultor tenga unas nociones profundas de todos y cada uno de los aspectos relacionados con el sector oleícola, pero sí ha de tener conocimientos básicos y actualizados sobre las cuestiones y materias pilares del sector. Estos pilares los resumimos en:
Alumnos ESAO en formación. Banco de imágenes ESAO
2.-Disponer de tiempo. En una encuesta realizada, se vió cómo uno de los mayores handicaps del trabajo de consultor en materia de aceite de oliva es el tiempo que has de dedicar a viajar y a visitar a tus clientes. Independientemente de que la pandemia nos haya impulsado a realizar cada vez mayores reuniones virtuales, qué duda cabe de que la reunión presencial en ocasiones es la herramienta más apropiada para determinadas situaciones.
A todos nos gusta que vengan a visitarnos y que conozcan nuestra casa, y esto, sin duda, es una regla que un buen consultor ha de tener presente.
Visitar a los productores, almazaras, cooperativas, visitar el olivar, conocer a los distribuidores e importadores, conocer y asistir a las ferias del sector más relevantes, son citas necesarias para poder llevar a cabo nuestras tareas de consultor.
Dedicar tiempo y viajar será el termómetro que nos indique si estamos ante un buen consultor.
La formación y los conocimientos técnicos han de ir poco a poco desarrollándose junto a la experiencia. Cuanto mayor sea el número de horas que inviertas en conocer zonas olivareras o mercados diferentes mayor será tu conocimiento y mayor será la ayuda que proporciones a tus clientes.
3.- Talante resolutivo y optimista. Cuando un productor o una empresa contrata a un consultor o a un experto en aceite de oliva, se encuentra en una posición de indecisión o de búsqueda de apoyo en la toma de decisiones.
Lo que quiere es a una persona entendida en materia oleícola y que le ayude a desarrollar o a mejorar su modelo de negocio, su idea, o simplemente que le dé su opinión.
Es por esto que el consultor ha de tener una imagen optimista, sin dejar de ser realista. Proyectar una imagen optimista no significa que, en ocasiones, la mejor ayuda es desestimar el proyecto que tienen en mente el cliente y reconducirlo o replantearlo.
Hay que abordar esta situación desde una actitud optimista y evitar un talante derrotista, este talante ayudará a nuestro cliente a que tome sus decisiones de manera consciente y motivada.
Cuando hablamos de Consultor en aceite de oliva, podemos hablar de las siguientes funciones concretas:
Estas y otras muchas serían las funciones de un consultor técnico oleícola, dentro de la industria del aceite de oliva.
Se trata de una formación, que sin duda te ayudará a ser un profesional demandado dentro del sector oleícola, ya que es un sector que está apostando por la profesionalización y que en estos momentos tiene una gran demanda de consultores para ayudar al desarrollo de los modelos de negocio relacionados con el aceite de oliva.