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"Quien ara un olivo, le pide fruto, quien lo abona lo pide con insistencia, quien lo poda, le obliga a que se lo de."
Lucius Columela Siglo I
El olivo está formado principalmente por dos partes: una parte aérea y otra parte radicular. Entre ambas es importante que exista un equilibrio en el crecimiento del olivo. La poda es necesaria tanto para mejorar la productividad del olivo, como para mantener al árbol en mejores condiciones y de esta manera retardar su vejez. Si no hay equilibrio en nuestra poda, con respecto al resto del olivo, veremos como el olivo tratará de restablecer ese equilibrio. En este post vamos a ver cuatro de los objetivos importantes a tener en cuenta en la poda del olivar.
Máxima exposición a la luz de hojas y frutos.
A mayor exposición a la luz solar de las hojas y frutos, más producción de fotoasimilados, y por lo tanto, mayor crecimiento de brotes y frutos = más producción. Tanto el olivo como su antepasado silvestre, el acebuche, tienden a producir una copa esférica. La esfera es el cuerpo geométrico que menor relación superficie / volumen tiene. Esto es un mecanismo de adaptación al clima semiárido mediterráneo, ya que constituye una forma de disminuir la superficie foliar expuesta y con ello la transpiración.
Sin embargo, la forma esférica, al ser la que menos relación superficie / volumen tiene, también es la que menos produce, ya que la producción está directamente relacionada con la superficie foliar iluminada.
Imagen grupo Alumni Maestros ESAO. Pedro
Mínima densidad de copa.
El concepto densidad de copa, puede referirse tanto a nivel de un olivo como de toda la parcela. Con densidades de copa baja, la luz solar ilumina por igual todos los brotes del olivo.
Con olivos frondosos y espesos, hay zonas y brotes que reciben poca iluminación, y son poco productivos, además de ser un reservorio de hongos como el repilo.
Por lo tanto, densidades de copa bajas, son importantes no solo por la iluminación, sino también porque favorecen la ventilación y así minimizan la virulencia de enfermedades fúngicas y bacterianas.
Imagen alumno Programa PAO 4.0 de ESAO. Julián
Máxima relación volumen de copa/peso de madera.
Se debe de procurar mantener el menor peso posible de madera en la copa de nuestros olivos, sin llegar a mermar el volumen de copa. Esto es de vital importancia en olivos adultos, si bien no es tan necesario en olivos jóvenes. Los brotes que están insertados en ramas jóvenes, siempre serán más vigorosos y productivos que los brotes que nacen en posiciones sobre ramas viejas.
Imagen técnico responsable programa PAO 4.0 de ESAO
La madera será siempre un lastre a la producción. Cuanto menos recursos tenga disponible la finca, más exquisito debe de ser el manejo de la madera en el olivar.
Las hojas adultas son las únicas estructuras fotosintéticamente activas en la planta que actúan como fuente de nutrientes. Todas las demás estructuras del olivo, actúan como sumideros de nutrientes, y compiten por entre sí por dichos nutrientes.
Para la producción, nos interesa que las raíces, brotes y frutos dispongan del máximo suministro posible de nutrientes, mientras que la madera viva, no nos supone ningún aporte productivo.
Herramienta de regulación de la cantidad y calidad de la cosecha.
Con la poda, disminuimos la cantidad de madera en la copa, mejoramos la aireación e iluminación de los brotes, y cuando se prevean cosechas muy altas, supone una forma de regularizar la producción minimizando la vecería. Un olivo sin podar, cuajará muchos frutos, pero conforme vayan creciendo, serán un sumidero de nutrientes tan grande, que crecerán poco, tendrán poco aceite y encima dejarán agotado al olivo.
Por lo tanto, es más interesante tener los olivos con bajas densidades de copa, para que así los frutos, al tener mejor iluminación y menos competencia tanto con la madera como con otros brotes y frutos, puedan ser gruesos, y así portar mucho aceite, que es para lo que cultivamos al olivo.
Imagen alumno Programa PAO 4.0 de ESAO. Julián
Un olivo podado, en primavera es capaz de desarrollar brotes vegetativos a la vez que las flores y frutos, en año de carga, mientras que si el olivo está sin podar, en un año de carga, sólo tiene recursos para desarrollar las flores y los frutos. En esta última situación, la cosecha de retorno será muy baja, pues no habrá al año siguiente apenas yemas de flor.
