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La incidencia de las diferentes enfermedades y plagas del olivo que pueden surgir en un olivar o incluso en un sólo individuo, depende de los siguientes factores:
Incidencia según VARIEDADES
Vamos a ver por ejemplo las plagas más comunes que pueden aparecer en dos de las variedades de aceitunas más comunes y con más proyección actual.
Picual
- La variedad picual es sensible a la verticilosis, y a los repilos.
- Se ve afectada por la lepra sólo en sitios muy fríos y con recolecciones agresivas.
- La variedad picual es relativamente resistente a la mosca, tuberculosis y antracnosis.
Arbequina
- Las plagas y enfermedades más comunes al olivar de arbequina serían la tuberculosis y la lepra.
- La variedad arbequina es relativamente resistente a la mosca y a la verticilosis y medianamente resistente al repilo.
Incidencia según MICROCLIMAS
Valles y Vaguadas
En un valle existen grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche y entre verano e invierno. Las temperaturas pueden ser extremadamente altas en las horas centrales del día del verano y muy bajas y con heladas persistentes en las noches de invierno. Del mismo modo, la humedad relativa suele ser muy alta.
Las plagas que pueden aparecer en estos olivares situados en Valles, son: el repilo, la antracnosis, la lepra y la tuberculosis.
El motivo principal de la aparición de estas plagas, es debido a que durante muchas horas al año, los olivos aparecen mojados y con altas temperaturas, a la vez que puede haber grandes heladas que hagan microheridas en hojas y ramas por las que infectan algunas de estas enfermedades
Zona baja, con las primeras heladas, en el mes de octubre.
SIERRAS, CERROS, MESETAS
Suelen existir brisas frecuentes que hacen que las temperaturas no sean extremas ni por frío ni por calor, ni que la humedad relativa sea alta. Suelen ser las mejores ubicaciones para el olivar. Las plagas en este tipo de olivar de zona de sierra son poco frecuentes.
Olivar en sierra. Banco de imágenes ESAO
Zonas Costeras
La gran masa de agua que suponen los mares y océanos, imprimen un clima peculiar al olivar de las zonas costeras ya que no hay grandes saltos de temperatura entre el día y la noche, ni entre verano e invierno. Del mismo modo, la humedad relativa suele ser alta. Estas condiciones son ideales para los insectos plaga, como la mosca del olivo, la cochinilla o el prays. En las zonas costeras no hay apenas mortalidad natural de la mosca del olivo, por lo que las poblaciones y daños suelen ser muy altos. La incidencia de hongos y bacterias también suele ser alta, debido a la elevada humedad relativa y moderadas temperaturas medias.
Mosca del olivo. Banco de imágenes de ESAO
Incidencia según MACROCLIMAS
ZONAS DE ALTA MONTAÑA O AL NORTE DE LA DISTRIBUCIÓN DEL CULTIVO
Las temperaturas de invierno son muy frías, y las de verano suaves. La humedad relativa depende de la pluviometría de la zona y de su distribución a lo largo del año. En olivares de zonas frías y secas, la incidencia de plagas y enfermedades suele ser mínima. En olivares de zonas frías y húmedas, salvo en invierno, en el resto del año las condiciones son propicias para insectos, hongos y bacterias.
Las plagas que podrían aparecer en olivares de estas zonas son principalmente: mosca, prays y repilo.
Olivo muy afectado por lepra, debido entre otras causas, a estar en una zona muy fría con fuertes heladas.
Los olivares situados en zonas con inviernos muy fríos, debido a las heridas en la corteza por las heladas, la incidencia de tuberculosis y lepra suele ser alta.
Olivo al norte de la zona natural de distribución del cultivo del olivo, muy afectado por una nevada y las posteriores temperaturas bajo cero en los días sucesivos.
ZONAS DE BAJA COTA SOBRE EL NIVEL DEL MAR O AL SUR DE LA ZONA DE DISTRIBUCIÓN DEL CULTIVO DEL OLIVO: ZONAS CÁLIDAS
En zonas de veranos cálidos y secos, la incidencia de plagas y enfermedades, disminuye, dependiendo de cómo sea la estación húmeda. Los veranos cálidos y secos conllevan poca incidencia de mosca, prays o cochinilla. Si los inviernos son húmedos, sí puede afectar bastante el repilo, aunque ya no tanto la tuberculosis, antracnosis o lepra.
Frutos deshidratados a mediados de verano como consecuencia de las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones.
Olivo en pleno verano con un grave estrés hídrico. Esta situación si bien puede limitar la producción de forma variable, reduce la incidencia de plaga o enfermedad durante los meses de verano.
Olivar en zona con altas temperaturas que superan los 43º
Incidencia según el tipo de SUELO del olivar
SUELOS ARCILLOSOS CON DRENAJE DEFICIENTE
El olivo es muy sensible al exceso de humedad en la raíz, por lo que en estas condiciones, suele haber incidencia de verticilium y phytophtora, más aún en condiciones de clima cálido.
SUELOS ARENOSOS
Suelos con mucha aireación natural, que en principio le son beneficiosos a la raíz del olivo. Olivares con este tipo de suelos, las plagas que pueden aparecer son la larva de la Melolontha spp., de muy difícil control.
Incidencia según el MANEJO DEL OLIVAR
La poda del olivar, la fertilización, el riego y la recolección, tienen mucha repercusión en la incidencia de diferentes plagas y enfermedades. Olivos con las copas densas en exceso, son propensos al repilo, a la tuberculosis, a la lepra y a la cochinilla, pues se crea una atmósfera protegida de los rayos solares y con alta humedad relativa. Olivos con exceso de fertilización nitrogenada, son más sensibles a los ácaros, al glifodes (margaronia unionalis), y al verticilium, entre otras plagas. Del mismo modo, el crecimiento vegetativo es excesivo y las copas se vuelven densas y opacas, con los mismos problemas que por falta de poda. Olivos con exceso de riego, pueden tener más incidencia por enfermedades de la raíz como verticillium o phytophtora. La planta de olivo con exceso de riego es más tierna y frondosa, y aparecen los mismos problemas que por exceso de fertilización nitrogenada y falta de poda.
Olivo muy afectado por repilo, debido a una copa excesivamente densa, en una zona de vaguada con riego. Los olivos se encuentran pegados unos a otros.
Olivo joven afectado por ácaros, lo que suele ocurrir tras fertilizaciones excesivas con nitrógeno.
Olivo afectado por hongos de la raíz (pytophtora o verticillium), debido a exceso de riego en una zona de vaguada de la finca.
Si la recolección produce numerosas heridas en las ramas jóvenes, en recolecciones tempranas, es muy fácil tener graves problemas por tuberculosis. Recolecciones agresivas en sitios fríos, agravan los problemas de lepra. Recolecciones tardías, permiten que frutos infectados por lepra o antracnosis infecten el resto de la copa.
Heridas producidas en las ramas durante la recolección, son el foco de entrada de la tuberculosis.
Conociendo todos estos factores y casuísticas, podemos prever y actuar en consecuencia, antes de que se produzcan mermas graves productivas. Como estamos viendo, la formación es sin duda una de las principales herramientas para abordar el manejo de nuestro olivar. Aumentar la producción y conseguir la máxima salud de nuestro olivar es uno de los objetivos en el que puedes profundizar en el curso de Máster Consultor en Aceite de Oliva dentro del campus online de ESAO.